El acople nos transformó

El acople nos transformó

El acople nos transformó la vida, a mi hijo Juani y a mi.

La bici-acople, llegó a nuestras vidas cuando participamos de una clínica de Empujando Límites. Ese día comenzó con caídas y berrinches pero logramos seguir adelante y terminamos disfrutando de una experiencia maravillosa.
Al ser voluntaria de la asociación estaba confiada que la actividad nos iba a ayudar, pero llevar a Juani era todo un desafío. Él es un niño maravilloso de 7 años con la condición del espectro autista.

Luego de ver la cara de Juani repleta de alegría sentí que expresaba “lo hice mamá, lo logré”. Con esas emociones el acople llega a nuestra casa y comenzamos nuevas aventuras.

Nuestras salidas son muy simples y transformadoras. Los fines de semana el acople es nuestro aliado, los sábados salimos a pedalear hasta el río, vemos los barcos, Juani se come su postre marrón y volvemos a casa. Los domingos vamos a misa y luego continuamos pedaleando. El resto de los días vamos a hacer alguna compra o simplemente salimos para que nos cambie el humor.

Nuestra historia es bien cotidiana y en esa cotidianeidad E.L. nos cambió la vida. A mi, como mamá, me enseña a ir más allá, a confiar en Juani, a divertirnos los dos. Las rutinas, a través del acople, las transformamos en aventuras: pasamos por un túnel a toda velocidad y sentimos el viento en la cara; ver la felicidad de Juani y escucharlo decir “esto es buenísimo mamá, somos los más veloces, nadie nos puede pasar” me llena el alma. Me muestra que vale la pena seguir pedaleando a pesar de las dificultades.

Si nosotros pudimos, vos también podes hacerlo; Juani no sabe andar en bici y sin embargo se sube al acople y empiezan sus súper poderes. Yo le digo que él es el motor y la fuerza de la bici y que a toda velocidad vamos a descubrir nuevas aventuras. Te puedo asegurar que en ese momento ambos disfrutamos, ambos nos reímos, conversamos y algunas veces discutimos por el camino elegido.

Infinitamente agradecida a todo el equipo de Empujando Límites, a nosotros la bici y el acople nos han cambiado la vida.

Los Ametoski

Los Ametoski

Fernando Ametoski tiene una pasión que lo acompaño durante toda su vida, el ciclismo.

 
Siempre había querido compartir esa pasión con su hijo Bruno (con diagnóstico de TGD, trastorno generalizado del desarrollo). Bruni tuvo varias bicis pero no logro andar por sí solo y perdió en interés, hasta que un día, al conocer Empujando Límites surgió la inspiración de investigar sobre tándems, Fernando compro uno usado y salieron a probarlo, desde el primer día se conectaron con la nueva bici. De a poco fueron haciendo salidas más largas hasta que llegaron desde Haedo al Río en Vte. López y nunca más pararon.


Cuando esto se convirtió en un hábito y Fernando vio la conexión que tuvo con Bruni, quiso que su experiencia sea mucho mejor por lo que consiguió un tándem Polygon de aluminio y todo cambió, el esfuerzo empezó a ser más gratificante y las distancias cada vez mayores. Cada fin de semana parten a zonas rurales a pedalear y a compartir el día al aire libre con su hijo, esto les sirve como un gran entrenamiento para las carreras, que ya no las corre solo, ahora la motivación pasa por vivirlas con su hijo.