Fernando Ametoski tiene una pasión que lo acompaño durante toda su vida, el ciclismo.
Siempre había querido compartir esa pasión con su hijo Bruno (con diagnóstico de TGD, trastorno generalizado del desarrollo). Bruni tuvo varias bicis pero no logro andar por sí solo y perdió en interés, hasta que un día, al conocer Empujando Límites surgió la inspiración de investigar sobre tándems, Fernando compro uno usado y salieron a probarlo, desde el primer día se conectaron con la nueva bici. De a poco fueron haciendo salidas más largas hasta que llegaron desde Haedo al Río en Vte. López y nunca más pararon.
Cuando esto se convirtió en un hábito y Fernando vio la conexión que tuvo con Bruni, quiso que su experiencia sea mucho mejor por lo que consiguió un tándem Polygon de aluminio y todo cambió, el esfuerzo empezó a ser más gratificante y las distancias cada vez mayores. Cada fin de semana parten a zonas rurales a pedalear y a compartir el día al aire libre con su hijo, esto les sirve como un gran entrenamiento para las carreras, que ya no las corre solo, ahora la motivación pasa por vivirlas con su hijo.