El TRIKE TANDEM nos cambió la vida. Somos Sandra y Maia
Mai tiene autismo y parálisis cerebral. Vivimos en La Plata, provincia de Bs As.
Llegó el 2020 y con él la pandemia que nos atravesó a todos. Algunos corrimos con desventaja, porque cuando te dicen que el mundo se volvió una amenaza y que no podés salir a la calle con tu hija con discapacidad, encerradas 24/7, sin escuela, sin terapias… o nos disfrazábamos de algo o todos los esfuerzos de años de terapias y sacrificio corrían riesgo de caer en picada.
Yo salía en bici, a recuperarme de que mi casa se había vuelto un embudo de actividades que ahora eran todas pantalla de por medio, más el bombardeo mediático de lo que ocurría afuera. Maia quedaba en casa y eso me comía la cabeza. Pensaba cómo hacer con ella… Donde vivimos no hay plazas cercanas, ni veredas hay, para que se imaginen! No estamos acostumbradas a resignarnos fácilmente, así que empezamos a mirar qué, cómo… pero algo era seguro… sería sobre pedales!. Cuando uno quiere hacer algo y pone todo en que se dé, Dios conspira a nuestro favor.
Conocimos a Juan y Santi, verlos a ellos fue una motivación grandísima. Intercambiábamos mensajes con ideas, buscando lo mejor para mi flaca. Decidí que sería triciclo, lo empecé a dibujar, en Corrientes encontré quien lo ejecute y salió trike tándem adaptado a lo que Mai necesita.
Un sueño de años, finalmente, y gracias al patadón de la pandemia, terminó siendo una hermosa realidad.
El trike tándem nos cambió la vida y nos acercó a lugares que habíamos dejado de visitar por distancia o porque, muchas veces, al llegar al lugar Mai quería irse enseguida. Con el trike el paseo empieza desde que nos subimos y empezamos a pedalear y eso cambia toda la configuración.
El Trike me mostró que a la flaca le gusta tanto pedalear como a mí, descubrimos que podemos hacer ejercicio, una actividad al aire libre, hablar de autismo, inspirar a otros y compartir una actividad que nos hace feliz a las dos, y eso… eso es maravilloso!!!